sábado, 13 de diciembre de 2008

Tú escribe que yo te leo.


Seguía dándole vueltas una y otra vez a la carta. Si todo lo que ahí ponía era cierto, se sentiría la persona mas avergonzada del mundo.
Poco a poco los inconvenientes, acusaciones y desagrados que le había confesado que le inspiraba al hombre, el señor Jasper, que había escrito tal carta, se iban despejando, dejando lugar a una duda y paso a paso a la disculpa.
Primero: La historia que el señor Witchman le había contado sobre el señor Jasper no era muy halagadora para este último, pero su desconfianza por el primero iba aumentando hasta tal grado de no creer ni una de sus palabras, poniendo en contra del señor Witchman todos sus malos pensamientos.
Segundo: El trato desagradable y cortante, que había caracterizado a Jasper, visto por ella como un trato de supremacía hacia personas inferiores, podría ser interpretado como una simple timidez y poco soltura al tratar con personas ajenas a su íntima comunidad como así explicaba en las carta.
La poca delicadeza con la que fue expresada su negativa a la pregunta que el señor Jasper le había formulado el día anterior le hacía sentirse una persona despreciable a cualquier mirada humana.
Pasó lo que quedaba de día antes del gran baile reflexionando y leyendo una y otra vez las explicaciones con las que en la carta se excusaba, hasta estar convencida de que había errado estrepitosamente.
Temiendo el momento de su encuentro, retrasó la salida hacia el festejo lo máximo posible, hasta que no pudo más intentando no parecer descortés y no dejar en mala posición a su familia.
Llegando ya a la medianoche el momento sucedió. El señor Jasper apareció detrás de ella mientras se encontraba en el balcón de la gran casa, lugar desde el cual se podía ver cada una de las estrellas y astros que iluminaban el cielo.
Interrumpiéndose con sus propias palabras o hablando demasiado deprisa en ocasiones, ella intentó por todos lo medios disculparse por su comportamiento del día anterior y por las acusaciones, que ahora sabía que eran inciertas, le había acusado.
-Dejase de disculpas innecesarias- le interrumpió- Sabe que mi única intención es que comprenda que clase de persona soy y así pueda valorar y recapacitar sobre la respuesta que me dio.
Ahora, ¿cual su elección?
La cara de confusión y sorpresa que se reflejó en el rostro de la dama le hizo cambiar de actitud.
-Esta bien... si así lo prefiere -dijo, a la vez que se le cogía la mano- Señorita Hale, ¿quiere casarse con migo?

3 comentarios:

AnaRC dijo...

Julia, la nota sigue siendo la misma que en el control anterior.
8. Volveré más despacio para señalarte algunas cosas que tienes que cambiar.

AnaRC dijo...

Quita los números o pon, si lo quieres así: primero y segundo, pero no números.
Hay palabras que no existen como "mal pensares" en español, repites la misma estructura "se iban despejando", e ""iba dejando"
Por otra parte también hay cosas muy bien expresadas, con un vocabulario superior al resto de muchos compañeros, (imagino que eso es porque has leído mucho) pero te pierdes en explicaciones largas y crípticas para el lector. Debes coger el texto de nuevo y ponerte en el papel del lector que lo lee por primera vez sin perder el tono de interés que se percibe en él para seguir leyendo.
Pásalo bien, Julia y recuerdos a Dario

AnaRC dijo...

Nota de la que partes para esta evaluación 8
conmigo todo junto