Paul,

Siento haber tadado tanto tiempo en escribirte, pero me ha sido absolutamente imposible. Las cosas no van a mejor, sigue pensando que tengo algo entre manos y la clara capacidad que tengo para dejar ver mis sentimientos en mi misma expresión no facilita las cosas. Últimamente no me deja salir fuera de los jardines mas tarde de las once y le he descubierto espiándome cuando estoy en mi habitación varias veces. Los sirvientes me siguen con la mirada en cada uno de mis movimientos y han doblado la vigilancia en las dos puertas, aunque la entrada de la cocina sigue estando libre. La única manera que veo para que me puedas ayudar en el caso de escapar por ahí es que aprendas a cocinar, y conociéndote esa idea no tiene mucho futuro.
Sigo pensando que lo mejor es esperar a que tenga que salir a la fuerza para ir al médico, y solo me quedan unas dosis para que las pastillas me destrocen notablemente lo riñones. Las pocas veces que me ha descubierto vomitando no se ha alarmado lo suficiente para pensar que vaya ha ir a peor. Esperemos que cuando llegue el momento el médico le convezca para hospitalizarme, eso nos daría el tiempo suficiente.

Estaré esperando tus noticias, cuento los dias para que podamos ser libres al fin.

Catherine.